Economía Consciente: una invitación a construir tu vida - Martín Traverso
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Economía Consciente: una invitación a construir tu vida

Economía Consciente: una invitación a construir tu vida

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Leyendo un libro que se llama “Transurfing” (el tomo III, de Vadim Zeland) encontré algo que realmente concuerdo mucho y creo que es un punto fundamental a la hora de querer cambiar nuestras vidas o cambiar el mundo, algo que muchos anhelamos consciente o inconscientemente: “el separarnos de aquello que no queremos en nuestras vidas”.
Dice en el Transurfing (Tomo III, página 8 al final):
“Antes de llegar a comprender lo que significa elegir, tienes que aprender a negar. Normalmente, las personas no imaginan con claridad qué es lo que quieren. Pero todos saben con exactitud qué es lo que no quieren. En el intento de librarse de las cosas o sucesos indeseables, la mayoría actúa de manera que todo le resulte justo al revés.
Para negar es necesario aceptar. La palabra aceptar aquí no significa estar dispuesto a recibir o conformarse, sino es reconocer el derecho de existir y, por tanto, indiferentemente pasar por alto. Aceptar y soltar, significa: dejar que lo indeseable pase a través de ti y despedirlo diciéndole adiós y hasta nunca.”

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Me parece que es impecable Vadim en explicar un gran error muy fácil de cometer que es el “enojarnos y ponernos en contra de lo que no queremos”, ya sea la política, la realidad social en que vivimos, el hambre en el mundo, las guerras, la pobreza, una ley injusta, una persona que nos cuesta tolerar, una ideología, etc, etc.  Como él lo dice, es común saber “lo que no queremos”, pero desde allí, nos cuesta salir de un círculo vicioso que es “alimentar eso que no queremos” (con nuestros pensamientos, fundamentalmente, si no es que también con nuestras acciones). Esto no significa que en momentos uno no deba actuar, o responder cuando una situación práctica nos lo requiera, pero si reflexionamos podemos ver que realmente “no tenemos un método eficiente para negar lo que no queremos”.

Entonces la propuesta es usar esa misma energía de los pensamientos y las acciones que podemos tener para desviarla a aquellas cosas que sí queremos. La misma energía que podemos usar para enojarnos en nuestra mente, o para luchar contra aquello que no queremos, alimentándolo para que siga subsistiendo, podemos elegir para “crear” aquellas cosas que sí queremos, comenzando desde el pensamiento y siguiendo por las acciones y las palabras. Podemos comenzar incluso a “contar” a los otros, como “decretando” las cosas que “pensamos hacer esta año”, o que “nos gustaría” al menos.
Y con lo que no queremos, simplemente podemos ver que existe, con ver una vez cada tanto una noticia de ello, ya es suficiente para saber que existe, y luego llevar nuestra atención a aquello que queremos construir (en nuestra mente, en nuestras vidas y en el mundo).

Quizás sin darnos cuenta, hemos sido en parte responsables de aquello que negábamos al darle atención, y también, al quitarle atención a aquellas cosas que “dejamos de construir” por tener nuestra atención en esos otros ámbitos.

La propuesta no es una simple negación de la realidad, es simplemente reconocer que existen aquellas cosas que no nos gustan, reconocer que escapan a nosotros, y poner nuestra energía mental, verbal y de acción en aquellas cosas que están a nuestro alcance a construir.

298634_182139128528019_161391553936110_372437_1526214514_nTambién esta cuestión me trae a la mente aquella alegoría de Nietzsche en que habla de tres estados del ser humano, que pasa de ser “camello” (al estar oprimido por las estructuras que no quiere) a ser “león” (rugiendo y rompiendo las cadenas de aquello que no quiere) a finalmente ser “niño” (cuando ya no necesita pelearse con lo que no quiere, simplemente se manifiesta en su total libertad).
Me parece que es normal indignarse con la realidad, y estar en el estado de león o de rebeldía. En ese estado de “el No”. Pero el verdadero paso de libertad interior lo damos cuando salimos de la rebeldía y pasamos al “Sí”, a un “sí que construye aquello que queremos”.
Economía Consciente es una invitación a un “sí”, a elegir el modo de vida que querés llevar y cómo querés relacionarte con los demás. Es decir “se puede vivir bien, se puede estar en armonía con los demás y se puede dejar algo constructivo en el mundo”, fuera de toda utopía, teniendo los pies en la tierra.

¿Y vos, ya comenzaste a incluir el “sí” en tu vida?

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Martín T.
16 de enero de 2014

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